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 INSTITUTO EDUCATIVO EUGENIO DÍAZ CASTRO

 

 

 

el 20 de julio de 1810

LOS JÓVENES FRENTE A LAS REDES SOCIALES

 

LOS JÓVENES FRENTE A LAS REDES SOCIALES

 


El término red, proviene del latín rete, y se utiliza para definir a una estructura que tiene un determinado patrón. Existen diversos tipos de redes: informáticas, eléctricas, sociales. Las redes sociales se podrían definir como estructuras en donde muchas personas mantienen diferentes tipos de relaciones amistosas, laborales, amorosas.

Por lo tanto hoy en día el término "red social " se llama así a los diferentes sitios o páginas de internet que ofrecen registrarse a las personas y contactarse con infinidad de individuos a fin de compartir contenidos, interactuar y crear comunidades sobre intereses similares: trabajo, lecturas, juegos, amistad, relaciones amorosas, entre otros.

Hoy día los jóvenes se enfrentan a las redes sociales, desde una corta edad y lo hacen por curiosidad, porque otros lo hacen o para  estar al nivel de sus amigos.

Lo preocupante de las redes sociales es que el joven no sabe cómo enfrentar este sistema de comunicación global, y lo hace con una gran inocencia e ignorancia, por lo cual se ve enfrentado a grandes peligros sociales y psicológicos. Las redes conllevan  a que el joven se aventure a conocer personas de todo tipo, sin saber cuáles son las intenciones reales que tienen con él y es alarmante esta situación; porque en nuestro país  no hay leyes claras para proteger a nuestros hijos y estudiantes. Los padres no saben cómo proteger a sus hijos, porque desconocen el funcionamiento de las redes y les queda muy difícil acceder a ellas.

 En los colegios a un es más complicado, porque ven las redes como un conocimiento no sano para los estudiantes, y por lo tanto son vetados el uso de las redes en las instituciones;  porque no se tiene el conocimiento necesario para trabajarlas y enseñarlas.

Des de el punto de vista de lo estudiantes, las redes sociales son algo fabuloso los acerca más a otras personas, no ven los riesgos latentes que se les presentan sino oportunidades de conseguir más amigos y sin límites son mas extrovertidos, no existen las barreras personales, que para algunos son enormes paredes in franqueables y son la solución  a su timidez y a sus inseguridades; que a veces los tiene al borde del  ostracismo y del  suicidio, y con las redes han encontrado la luz al final del túnel.

La otra cara de la moneda es aun más dramática, las redes se han convertido en un problema psicológico para la sociedad en general. Los adultos como los jóvenes sean vuelto dependientes de estos medios de comunicación y de información, al punto que dedican entre dos y diez horas diarias al uso o abuso de las redes sociales y se convirtieron en adictos cibernéticos. Nuestra sociedad consumista, está siendo consumida  por los medios globales de comunicación, ya no podemos pensar por sí mismos ya tenemos quien lo haga por nosotros, nos volvimos una sociedad individualista donde cada individuo solo piensa en sí mismo primero YO, segundo YO, tercero YO y si  algo quedada, para mí.

La solución está en la educación y en sus educadores quienes en fin último son los responsables de formar a los jóvenes en el manejo de las redes sociales y de sus consecuencias. Esta tarea no está fácil como se pretende mostrar, porque debemos primero entenderlas, asimilarlas, desarrollarlas y convertirlas en una herramienta en nuestra enseñanza pedagógica; hay que enseñar a nuestros educandos el valor del ser humano, de la necesidad de integrarse y dejar a un lado el individualismo que nos lleva por el camino del Yo personal y dejamos abandonado los lasos de amistad, de fraternidad siendo estos bases para el desarrollo integral del hombre.

 

 

 

 

 

 

 

                                                                          L.C: MIGUEL. A. LOZADA. J. 

 

LOS ESTIGMAS DE LOS JÓVENES FRENTE A LA LECTURA

LOS ESTIGMAS   DE LOS JÓVENES FRENTE A LA  LECTURA

 


Cuando el joven se acerca a un libro, es como enfrentarse a un monstruo que tiene mil brazos o tentáculos; que serían las suaves hojas, con numerables letras y secretos por revelar. Esperando que aquel valiente se armara de valor de gallardía, para a tacar las primeras páginas de este libro monstruoso, y cuando logra hacerlo, lo invade poco a poco una pereza, una decidía incontrolable. Invadiendo cada parte de su ser;  perturbando  su pensamiento, nublando su razón, su entendimiento. Entregándose a la angustia de no comprender lo que lee, porque el que lee debe ser un aventurero y un descubridor nato.

La dificultad del joven es entender la pobreza la impotencia que tiene su imaginación, cuando no logra tener una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación. Por lo tanto también sin carencia sin deseos, una eternidad de aburrición;  cuando no podemos conquistar lo que queremos, anhelamos frente a ese gigante que es un libro con interminable hojas; donde se encuentra el secreto que buscamos, las riquezas que deseamos la superación de nuestras debilidades en la vida. Para Estanislao Zuleta solo es posible leer y oír cuando nuestros problemas, conflictos y perspectivas han llegado a configurarse como preguntas y sospechas, susceptibles de encontrar en un lenguaje su expresión, desarrollo y repuesta.

Cuando un joven encuentra  la relación de lo que lee con su propia vivencia, sería el inicio de desplegar las posibilidades de un entendimiento claro de lo que se lee.

Nietzschereclama un lector que no sea solamente cuidadoso “rumiante”, capaz de interpretar, sino también capaz de permitir que el texto lo afecte en su ser mismo, le hable de aquello que pugna por hacerse reconocer aún riesgo de transformarlo; un lector que si bien teme morir y nacer en la lectura, se deje encantar por el gusto de esa aventura, de ese peligro.

¿Por qué un libro es un monstruo que tiene mil brazos o tentáculos para los jóvenes?

Para entenderlo, tendríamos que sentir, vivir lo que un joven estudiante  ha sufrido, cuando se enfrenta a eso que llamamos libro; es una tortura en vida. Desde muy niños les enseñaron que la lectura era un sacrificio, una obligación por intermedio de ella lo castigaban; en vez de enseñarnos que a través de la lectura podíamos viajar despiertos, conocer sitios inimaginables, recónditos, maravillosos  convirtiéndonos  en soñadores.  

Al crecer el joven estudiante, cree  que la historia cambia, pero la realidad es otra. Cuando llegan al colegio, se tiene que enfrentar a la exigencia y a la obligación de las tareas diarias, todo se convierte en un deber, un deber impuesto, donde él no tiene dominio, ni ejerce poder alguno. Se convierte entonces en un ser sometido al mundo del saber, no de cualquier saber, él de la autoridad, donde se le exige cumplir. Uno  de sus grandes rectos es la lectura, en todas las áreas donde no tiene escapatoria alguna, debe enfrentarse a ese monstruo que siempre lo ha perseguido; ahora ya no es uno, si no varios. El maestro le presenta su primer libro, queda horrorizado al ver el grosor, las cantidades de las páginas que son infinitas, su mente queda en blanco; solo sale un ruido de su boca, quejidos, exclamaciones como un reproche, se da cuenta de su triste realidad, que le han   cercenado de un solo tajo el gusto por la lectura que a partir de ahora su existencia  no será igual.

 

 

   

L.C: MIGUEL. A. LOZADA . J.